Nota del autor: La siguiente historia puede resultar un poco cruel o subida de tono al lector y quiero aclarar que las situaciones mostradas en ella son completamente ficticias y la tematica que presenta no tiene nada que ver con mi vida ni mi situacion sentimental o psicologica.
"Preso"
¿Alguna vez has estado dentro de una celda? Dejame decirte que es un lugar extremadamente pequeño donde apenas circula el aire, donde no hay luz, sin contacto humano y sin esperanza, porque esas barras de hierro no solo aprisionan el cuerpo, tambien aprisionan el alma ¿Compañia? Tu unica compañia es la voz dentro de tu cabeza, y entre esas voces no hay ninguna como la que me habla con odio “¡Estupido! ¡Mereces lo que te pasara, recuerda tu error, recuerda la estupidez de tus impulsos y la ridiculez de tus actos!” Es lo unico que escucho durante mi dia a dia, incluso cuando floto en mi subconciente, no me deja solo, no me deja descansar, pero claro ¿Que mas esperas cuando estas encerrado en un lugar por 23 horas al dia? Aunandole que tu unica hora libre te abstienen de cualquier clase de contacto humano, solo llegan, te encadenan, te sacan y depues de darte un par de vueltas te vuelven a encerrar cual perro ¿Preguntas que si soy inocente? Sinceramente no lo soy, se que soy escoria y se que lo mas seguro es que merezca mi destino, y tambien se...que probablemente pagare el doble o mas de mis acciones...pero por otra parte, talvez desde pequeño sabia que esto terminaria asi. Veras, tuve una infancia bastante solitaria, ni siquiera se quienes son mis padres o si siguen vivos, solo me recuerdo de pequeño mendigando en cualquier esquina o cualquier parque, o quiza en mi adolescencia asaltando a los transeuntes armado con una navaja sencilla y mas tarde con un revolver 9mm en mano, y si claro, me atraparon un par de veces, pero nada que no se solucione sobornando a un par de uniformados, indiscutiblemente cai en alcohol y drogas los cuales eran mis gastos principales a la edad de once, debes aceptar que era inebitable con una infancia como la mia, sin familia, sin nadie a quien recurrir y sin ni siquiera un abrazo en tiempos dificiles ¿Te lo imaginas? Supongo que no....
¿Sabes que se siente tener sangre en tus manos? ¿Tener a alguien suplicando por tu vida enfrente de ti? Sin conocerte puedo decir que lo mas probable es que no, pero creeme si llega a suceder jamas lo olvidaras, por mas que lo intentes esa imagen te perseguira dia y noche cazandote en tus sueños mas intimos ¿Que como lo se? ¿Realmente quieres saberlo?
Era una noche calida de verano, realmente lo hacia por dinero no voy a mentir, estaba desesperado por un poco de heroina, la perra primero te hace sentir bien y despues debes consumirla para no sentirte como vil basura todo el dia, y por la dosis mas minima estaba dispuesto a todo, esa noche decidi irrumpir en una casa comun como cualquier amante de lo ajeno, todo iba bien hasta que escuche un ruido que venia de las escaleras, me escondi y de repente lo vi era un hombre calvo de un 1.65m mas o menos, avanzo y entre las penumbras me observo fijamente y dijo -“¿Que hace usted aqui?”- “¿Que le parece que hago?”- respondi con el sinismo que me caracteriza. El hombre atonito dio un par de pasos hacia atras, cayendo entre sus torpes pasos, golpeandose con un pequeño estante tras de el justo en la nuca, se desvanecio y ya no se movio mas, con el escandalo alguien bajo rapidamente por la escalera, era una mujer que resulto ser su esposa grito de una manera descomunal la muerte de su amado esposo a lo cual reaccione tapandole la boca con una mano y poner un revolver contra su cabeza mientras decia -“Callate y no pasara nada”-. La mantuve asi por un rato pero inevitablemente uno de los vecinos escucho el escandalo y llamo a la policia, el muy maldito, unos minutos despues tenia a medio departamento en la puerta negociando la vida de una mujer como si fuese cualquier cosa -“Dejela ir y talvez el juez tenga clemencia contigo, se razonable Jeff”- Claro dos horas de negociacion ya me tenia harto asi que tome accion -”Por favor, tengo familia, sea razonable, hable con ellos, perdoneme la vida, tengo un hijo y quiero verlo crecer”- fueron sus ultimas palabras, un tiro simple y limpio a la sien que termino el trabajo, medio segundo despues de que el sonido del disparo se detuvo entraron 10 agentes a la casa y me sometieron por la fuerza.
El juicio fue rapido, el juez y los jurados me miraban con odio, era bastante evidente mi culpabilidad, y en este lugar hay una sola ley al respecto -“Una vida por otra”- y al no poder morir dos veces fui condenado a la muerte mas sadica creada por el hombre...
¿Y ahora? Ahora, son mis ultimas horas, y mira que no fueron rapidos en hacerlo, los muy malditos mee dejaron ahogado en mis sufrimiento durante un par de años, pero por fin llego el momento el maldito momento que he esperado -“¡Hey! Ya se habian tardado, oigan ¿Porque la violencia? Ya se que es hora ¿Crees que no conte cada minuto estupido? Saben, puedo caminar por mi mismo...¡Hey! Lindo pasillo nunca lo habia visto...Bueno, parece que es la hora, buenas tardes padre...¡Oigan! No aprieten tanto esas tiras...y supongo que eso va en mi cabeza ¿No?....¿Ultimas palabras?...Je, nos vemos en el infierno”
¿Crees que sabes de dolor? Hablame de dolor cuando miles de voltios atraviesen tu cuerpo en un abrir y cerrar de ojos, cuando sientas que te ahogas con tu propia lengua, cuando sientas que tu cerebro se evapora y tus sentidos se dislocan por completo, pero sobre todo, hablame de dolor, cuando lleves sangre ajena en tus manos.
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